La diabetes es una enfermedad que afecta a la capacidad del organismo para producir la hormona insulina, lo que provoca un aumento de los niveles de glucosa en la sangre. Los niveles elevados y continuados de azúcar en sangre pueden aumentar el riesgo de padecer diversos problemas oculares.
Uno de los principales objetivos de su optometrista es optimizar la salud general de sus ojos. Una parte importante de su salud ocular depende de su bienestar físico general. Aunque visitar al oftalmólogo es crucial para mantener una buena salud ocular, hay otras cosas que puede hacer para reducir el riesgo de que las complicaciones relacionadas con la diabetes afecten a su visión.
¿Qué diferencia un examen ocular para diabéticos de otros exámenes?
No existe un enfoque universal de la atención preventiva. El examen ocular de un adulto suele diferir del de un niño. Esta distinción no implica que la visión de una persona sea más valiosa, sino que su atención requerida varía.
Un examen ocular para diabéticos funciona de manera similar. Las personas con diabetes tienen un riesgo elevado de padecer enfermedades o afecciones oculares específicas, como glaucoma o cataratas. Durante este examen, su optometrista puede realizar pruebas adicionales y hacer mayor hincapié en la detección de problemas concretos. Su oftalmólogo le realizará pruebas para examinar meticulosamente la parte posterior del ojo, con el objetivo de detectar cualquier enfermedad o afección ocular a la que la diabetes pueda predisponerle.
¿Cómo se hace?
Antes de la exploración, el oftalmólogo le administrará gotas para dilatar las pupilas, lo que facilitará una visión más clara del interior del ojo. Además, es posible que se le administren gotas oftálmicas para insensibilizarle. A continuación, su médico utilizará un instrumento especial para examinar el fondo del ojo. Las gotas suelen tardar entre 15 y 20 minutos en dilatar completamente las pupilas, mientras que la exploración en sí sólo dura unos minutos.
¿Cuándo es necesario un examen ocular para diabéticos?
- Diabetes de tipo 1: Hágase un examen ocular en los cinco años siguientes al diagnóstico.
- Diabetes de tipo 2: Programe un examen oftalmológico inmediato tras el diagnóstico. Es importante porque la diabetes de tipo 2 suele diagnosticarse años después de su aparición, lo que hace crucial la detección precoz de posibles daños retinianos.
Embarazada con diabetes: Planifica un examen ocular durante los tres primeros meses de embarazo y otro al año de dar a luz.
Tras el examen oftalmológico inicial, los oftalmólogos recomiendan revisiones anuales para controlar continuamente la salud de sus ojos. Si su oftalmólogo detecta algún cambio durante un examen, es posible que tenga que volver para someterse a exámenes oftalmológicos adicionales con más frecuencia que una vez al año.
¿Qué pasa después?
Si ha recibido gotas de dilatación ocular, espere que su visión permanezca borrosa durante aproximadamente seis horas. Será más difícil concentrarse en los objetos cercanos, por lo que es importante que alguien te lleve a casa.
Además, tenga en cuenta que sus ojos son más susceptibles de sufrir daños por la luz solar cuando sus pupilas están dilatadas. Es esencial llevar gafas de sol oscuras o protegerse los ojos hasta que los efectos de las gotas hayan desaparecido por completo.
Controle su diabetes
Para mantener una buena salud, es esencial:
- Controle regularmente sus niveles de azúcar en sangre.
- Siga la medicación prescrita por su médico para controlar eficazmente su glucemia.
- Mantenga un estilo de vida saludable siguiendo una dieta nutritiva, practicando una actividad física regular y controlando su peso.
- Manténgase al día con las revisiones médicas periódicas.
- Programe un examen oftalmológico anual.
- Evite los productos del tabaco.