La época estival suele significar pasar varias horas tomando la tan necesaria vitamina D del sol. La mayoría de la gente se aplica crema solar para proteger la piel, olvidando a menudo que los ojos también necesitan protección. Debe proteger sus ojos de la luz solar intensa y de la exposición a los rayos ultravioleta.
La radiación UV procedente de los rayos artificiales de interior o de la luz solar natural tiene efectos nocivos en el tejido ocular, especialmente en el cristalino y la córnea. Por desgracia, la mayoría de la gente desconoce los peligros de la radiación UV para sus ojos.
Cómo afecta la radiación UV a los ojos
Hay dos tipos principales de luz UV que pueden afectar a los ojos y a la visión. Lo son:
- UVA: esta radiación de baja energía daña la mácula (la parte más profunda del ojo). Los daños causados por los rayos UV en la mácula afectan a la visión central, provocando visión borrosa y ceguera si no se protege. Aunque los rayos UVA no son potentes, son el tipo de luz UV más frecuente.
- UVB: es el tipo más peligroso de luz ultravioleta que provoca quemaduras solares y otros efectos graves de los rayos UV. Los UVB dañan el cristalino y los tejidos corneales del ojo.
La UVC natural es absorbida por la atmósfera. Sin embargo, la exposición prolongada a LED, lámparas de mercurio y otras fuentes artificiales de rayos UV puede causar daños temporales en los ojos. La mayoría de la gente sólo se centra en protegerse de los rayos UVA y UVB durante el verano. Sin embargo, estas rayas son una seria amenaza durante todo el año. Las nubes y la capa de ozono hacen muy poco para impedir la infiltración de los rayos UV, especialmente en la actualidad debido al aumento de la contaminación.
¿Qué hace la luz ultravioleta en los ojos?
La exposición a los rayos UV a corto y largo plazo provoca daños oculares. Con el tiempo, los daños causados por los rayos UV afectan a la visión y a la salud ocular. A continuación se indican las afecciones más comunes que se producen por la exposición a los rayos UV.
- Fotoqueratitis
La fotoqueratitis es una afección ocular frecuente que se produce cuando se inflaman los tejidos del globo ocular. También llamada quemadura solar corneal, la fotoqueratitis es la versión ocular de la quemadura solar en muchos sentidos. El tejido «epitelial» del globo ocular es muy sensible, por lo que unas pocas horas de exposición a los rayos UV pueden dañarlo.
Debido a la sensibilidad del tejido corneal, la fotoqueratitis no es una afección ocular exclusiva del verano. Puede aparecer durante todo el año, y afecta especialmente a quienes pasan más tiempo en entornos reflectantes, como lagos, nieve, océanos y playas de arena.
- Degeneración macular
La mácula es la parte más profunda del ojo que convierte la luz y las imágenes en señales nerviosas utilizadas para interpretar la visión en el cerebro. La macular debe estar sana para que la visión sea más nítida y detallada. Sin embargo, la exposición prolongada a los rayos UV provoca degeneración macular. La degeneración macular también se produce de forma natural con la edad y suele afectar a la visión central.
- Pterigión y pinguécula
La exposición a la radiación UV también provoca Pterigión, un crecimiento del tejido conjuntival. La conjuntiva es la membrana que cubre la parte anterior del ojo y recubre la parte interior de los párpados. La exposición prolongada a los rayos UV acelera el crecimiento del pterigión, provocando la pérdida de visión. Se requiere una operación quirúrgica para corregir la visión si el crecimiento se extiende y extiende de forma significativa.
Por otro lado, la pinguécula describe un tejido elevado en el interior de la conjuntiva. Suele empezar como un bulto amarillo o blanco en el interior del globo ocular. Las personas que viven en zonas arenosas y polvorientas suelen desarrollar esta enfermedad.
- Cataratas
Las cataratas son uno de los trastornos oculares más frecuentes y una de las principales causas de ceguera, especialmente entre las personas mayores. La exposición prolongada a los rayos UVB contribuye al deterioro del cristalino y a su opacidad. El deterioro grave del cristalino reduce la visión y causa ceguera.
¿Quién corre peligro?
Por desgracia, la radiación UV puede afectar a todo el mundo, incluidos los niños y los ancianos. Sin embargo, varios factores que aumentan el tiempo de exposición al sol incrementan el riesgo de lesiones oculares. Usted corre riesgo si:
- Pasar largas horas al aire libre bajo el sol
- Utilizar una cama bronceadora o una lámpara solar
- Le han operado de cataratas o tiene algún trastorno de retina
- Toma determinados medicamentos, como píldoras anticonceptivas, tranquilizantes, diuréticos y tetraciclina.
Proteger los ojos de la radiación UV
Puede proteger sus ojos de los daños causados por los rayos UV:
- Llevar gafas de sol: utilizar gafas es la mejor forma de protegerse contra la exposición a los rayos UV. Desgraciadamente, la mayoría de la gente se olvida de comprobar el índice UV de sus gafas de sol antes de comprarlas. Debe comprar gafas de sol con un índice de protección UV del 100% o UV400. También debe bloquear los rayos UVA y UVB.
- Utilice lentes de contacto con filtro UV: las lentes de contacto con filtro UV también protegen los ojos de la exposición a los rayos UV.
- Programe exámenes oculares: un examen ocular completo permite a los profesionales evaluar su salud ocular.
- Lleve un sombrero de ala ancha con las gafas de sol para evitar la exposición desde ángulos no cubiertos por las gafas de sol.
- No mire directamente al sol: mirar directamente al sol puede dañar la retina y provocar retinopatía solar.
- Evite las cámaras de bronce ado: son tan perjudiciales como los rayos solares del exterior.
La línea de fondo
Aunque el sol es beneficioso en muchos aspectos, como el aporte de vitamina D, la prevención de la miopía en los niños y la mejora del sueño, puede dañar los ojos y la piel. Por lo tanto, considere la posibilidad de permanecer en interiores cuando el sol esté en su punto álgido y utilice gafas para proteger su salud ocular y su visión.